Tuesday, June 13, 2017

Heroes Desconocidos: Parte I y II (Unsung Heroes--Spanish translation)

Héroes Desconocidos[1]
Víctor D. López © 2011, 2017

Aunque estoy parado en los hombros de gigantes,  
No veo mucho más lejos del puente de mi nariz.   
La culpa es mía.   
La vergüenza es mía.  
Pues no soy digno de ustedes, mis queridos muertos.  


Parte I – Emilio (abuelo materno)

Su crimen fue su inteligencia y su posesión de una conciencia social, que le hizo anhelar
Ver a su amada España permanecer libre y le impidió tolerar a fascistas.  
No portó armas; aborrecía todo tipo de violencia. No incitó la rebelión,  
Aunque se rebeló contra los enemigos de la libertad nacionales y extranjeros.

Fue apasionadamente un idealista que, en un tiempo de oscuridad, se aferraba a la
Creencia en la perfectibilidad del espíritu humano. No pudo soportar las mentiras que los periódicos

Regionales llevaban diariamente y tradujo noticias de los periódicos estadounidenses y británicos sobre
La creciente tormenta, compartiendo la verdad libremente con todos los que le escuchaban.

Dio discursos y escribió discursos dados por otros en apoyo a una moribunda república,
Derrumbándose bajo el peso de su propia incompetencia y corrupción.
Le avisaron amigos de su inminente arresto y le ofrecieron pasaje a Nueva York o a
Buenos Aires donde muchos de sus amigos ya habían encontrado refugio.

Pero no conseguirían pasaje para su esposa y sus nueve hijos, y se negó a abandonarlos a su suerte.
Vinieron por usted, como siempre, en medio de la noche, esos cobardes con rostros severos escondidos
Detrás de ametralladoras. Le llevaron preso, no por la primera vez, al Castillo de San Antón, una

Antigua fortaleza en una bahía hermosa y tranquila, y lo transfirieron a otros calabozos.

Le arrancaron las uñas, una por una, y esas sus más tiernas caricias, mientras le pidieron nombres.

Lo que soportó, solo Dios lo sabe, mediante meses, y fue condenado a muerte como un traidor.
Le abrían fusilado en La Plaza de María Pita. Pero la República tenía amigos, hasta entre algunos
Oficiales fascistas, y uno de ellos le abrió la puerta de su celda en la víspera de su ejecución.

Había sido transferido al Castillo de San Antón a esperar su sentencia. No obstante de haber contraído
Tuberculosis entonces, sin embargo, según mi abuela, logró nadar de A Coruña a Sada a través de la
Bahía en una noche sin luna, a la seguridad del hogar de otro patriota que arriesgó su vida y la de su
Familia para albergarle, y realizó un viaje de muchos kilómetros a pie para encontrar a su esposa.

Encontró su casa y le informó a su esposa del inesperado aplazamiento, y le pidió que enviara alguna
Ropa y zapatos para reemplazar sus trapos sucios. Según mi madre, su hija mayor, María, insistió en
Acompañar a ese honrado desconocido, llevando cuanta ropa, comida y afectos personales
Pudo rápidamente recoger para llevárselos, sin saber cuándo le podría volver a ver.

De vez en cuando aceptó la hospitalidad de una noche de estancia en el desván o ático de un
Simpatizante republicano, los cuales no eran difíciles de encontrar en una Galicia
Ferozmente independiente bajo el yugo de uno de los suyos.
Y soportó vivir en el bosque, con guerrilleros activos durante años.

Vivió con todas las comodidades de un animal perseguido con otros que no cederían,
Cuyo mayor delito consistió en estar en el lado equivocado de una causa perdida.
Espero que le diese algo de consuelo el saber que estaba en el lado correcto de la historia.
No se lo dio a su esposa ni a sus nueve hijos.

Usted pagó muchos inimaginables sacrificios como penitencia por su conciencia. Una vez al mes o más

Después de pasado algún tiempo, visitó su esposa e hijos. Le introdujeron a los más pequeños como un
Tío que vivía lejos. No sabían ellos quien era el barbudo salvaje que pagaba estas visitas en media noche
Y se despedía antes de amanecer llevando puesta la ropa vieja y limpia de su padre.

Los más mayores, María, Josefa, Juan y Tomita, todos aun en su adolescencia, les decían a los más
Pequeños que su “tío” portaba noticias de su padre. Los niños más jóvenes, aun vistiendo los mantos

Deshilachados de su inocencia, aceptaban esto, sin preguntar por qué se quedaba en el cuarto de
Mamá toda la noche y se marchaba siempre antes que despertaran la mañana siguiente.

No puedo concebir la profundidad de su angustia en tener que interpretar el papel de un extraño en su
Propia casa, de no poder abrazar a sus hijos más pequeños quienes adoraba, por miedo a
Vecinos fascistas quienes trataban a menudo de adquirir informes de ellos con pasteles y dulces en
Tiempos de hambre, tratando de usar su inocencia como un arma contra usted.

Sus padres eran relativamente ricos empresarios que cultivaban el mar pero lo desheredaron—

Tal vez por su política, tal vez por elegir el emigrar, negándose a unirse a la empresa familiar o
Tal vez por casarse por amor en la ciudad de Nueva York con una joven sumamente trabajadora pero
De clase humilde y estación social inferior en los ojos de sus padres.

Vivió lo suficiente para ver el fin de la guerra civil, pero no a su amada España liberada de sus cadenas.
Falleció antes de sufrir las consecuencias de la guerra cuyo fin fue el preludio de
Décadas de cosechas de angustia y amargura a quienes la sobrevivieron.
No se salvaron de esa cosecha su esposa ni sus hijos.

No hay libros que graben su nombre. Casi todos quienes le conocieron han muerto.
No obstante, siete décadas después de su fallecimiento aun aparecían flores frescas en su nicho en el

Cementerio de Fontan que guarda sus cenizas y las de su hijo mayor, Juan y su hija,
Toñita, quienes murieron aún mucho más jóvenes que usted, a los 19 y 15 años.

También yacen allí las cenizas de su esposa, Remedios, donde el
Honor, la bondad, la decencia, y un Corazón puro y deshecho en su
Muy corta vida por un mundo muy poco merecedor de su
Presencia finalmente descansan en paz.


NOTEN: Este es un extracto de mi poema más largo, "Unsung Heroes" de mi libro Of Pain and Ecstasy: Collected Poems [De Dolor y Éxtasis: Colección de Poemas] © Victor D. López 2011, 2014, 2017. Esta traducción al español del inglés original es rápida e imperfecta, pero también es mía.

 
[Transate by the author from Of Pain and Ecstasy: Collected Poems (C) 2011, 2017 Victor D. López (Amazon Kindle and CreateSpace)





Parte II--Remedios (Abuela Materna) 


Tu esposo murió a los 40, dejándote sola con siete hijos a mantener, Pero no antes de que tu hijo  
Más mayor, Juan, muriera ahogado en el mar. Aun en su adolescencia, trabajaba como   
Pescador para ayudarte a ti y a tu esposo a poner comida en la mesa. Habías también perdido a   
Una hija, Toñita, también en su tierna adolescencia por indeterminada enfermedad.  

Sus gentiles almas puras encontraron el sendero de regreso a su casa eterna demasiado pronto.   
Más tarde en la vida perderías dos hijos más a la tragedia, Paco (Francisco), un, hombre sumamente   
Trabajador, honesto, y bueno cuya inclinación a usar lenguaje vulgar no disminuyo su naturaleza   apacible y corazón generoso.  Se electrocutó con una luz portátil defectuosa.

Y el niño de tus ojos, Sito (José), el último en nacer y tu preferido, quien había heredado la Hermosura física de su padre y también su conciencia social, su política de izquierdas, su imponente  
Presencia, su labia de oro, y su mala, mala suerte. Acabo su vida tal vez   
Accidentalmente debajo del carril de un tren en movimiento. 

Ni la desesperación ni la pobreza pudieron doblar tu espíritu. Tú te levantaste todos los días antes  
De la madrugada para vender el pescado en un puesto en la plaza. Y cada tarde colocaste una   
Enorme cesta de mimbre en la cabeza y caminaste muchos, muchos kilómetros para
Vender más pescado en otros pueblos lejanos. 

El dinero era escaso, por lo cual a menudo recibías otros bienes a cambio de tu pescado.  
También le dabas tu pescado a quien solo te lo podía pagar con su bendición. Caminabas  
De vuelta a casa, a altas horas de la noche, a través de la oscuridad o por   
Senderos iluminados por la luna, cargada de lo que te dieran a cambio de tu pescado.

Verduras, huevos, y tal vez un conejo o un pollo llenaban tu cesta de mimbre sobre tu
Fuerte cabeza. Caminabas recta sobre tus piernas repletas de venas varicosas, impulsada
Siempre hacia delante por un propósito noble: alimentar a tus hijos y poder darles  

Esperanza de que vendrían tiempos mejores.  
 
Durante la peor época de hambre mediante y después de la Guerra Civil, la chimenea de tu   
Casa alquilada con vistas al Puerto de Fontan, expulsó humo negro todos los días.  
El fuego de tu lareira alimentó no sólo a tus hijos, sino también a muchos vecinos aún   
Menos afortunados que tú, alimentando su cuerpo y manteniendo en vida la esperanza.  

Fuiste criticada por algunos vecinos cuando lo peor había pasado, después de la guerra.   
"¿Por qué trabajas tan duro, Remedios, y permites que tus niños pequeños trabajen  
Tan jóvenes? Los sacrificas a ellos y a ti misma sin necesidad por un orgullo imbécil  
Cuando Franco y la ayuda extranjera otorgan comidas gratis para los necesitados”.

“Mis hijos nunca vivirán de la caridad pública mientras mi espalda lo permita,” era tu  
Contestación. Resentiste a tu esposo por poner la política por encima de su familia, y por  
Arrastrarte a ti y a tus dos hijas mayores de tu cómoda y sana vida en tu casa, en el Numero 10  

Perry Street cerca del Grenwich Village a una Galicia sin esperanzas.   

El optó por inclinar su lanza a molinos de viento por a la eterna gloria de otros hombres  
Necios. Y te dejó a ti sola para enfrentar la ingloriosa lucha por la sobrevivencia diaria.
No obstante su corazón enfermo, él trabajó  con gran diligencia para promover un futuro  

Justo en su querida España, ignorando la realidad practica de tu doloroso presente.  

Te llenó de hijos y construyó con gran cuidado la cruz en la cual lo crucificaron, una
Palabra a la vez, dejándote a ti la dolorosa tarea de recoger los rasgos de su idealismo  

Destrozado.  Pero tú sobreviviste y prosperaste sin sacrificar tus propios principios  
Sólidos y sin permitir que tus hijos sufrieran más privaciones que las del trabajo duro.   

Nunca perdiste tu sentido del humor. Nunca tomaste a nada ni a nadie con gran seriedad.
Enfrentada con la absurdidad de la vida, siempre optaste por reírte con ganas.
Te vi llorar muchas lágrimas de risa, Pero nunca te vi llorar lágrimas de tristeza o de dolor.
Nunca te verías a ti misma como una víctima ni permitirías que otros lo hicieran. 

Te encantaba la gente. Tu sentido del humor fue siempre irreverente y repleto de suave
Ironía. Y de gran sabiduría. Te encantaba reírte de ti misma, de otros, y especialmente de
Tontos pomposos que invariablemente no se daban cuanta que eran los objetos de tu gran
Diversión, inconscientes de tu déspito, proveído con gentiles palabras y ojos luminosos.

Tus cataratas y miopía hicieron difícil que leyeras. No obstante leías   

Vorazmente y te encantaba escribir largas cartas a tus seres queridos  
Y amigos. Eras una anciana sabia, la persona más sabia y más fuerte que jamás conoceré.  
Eras sabia, sí, pero con el corazón de una niña y el alma de un ángel.  

Fuiste el ser más sano, más racional, más bien ajustado y humano que jamás he conocido. Eras

Traviesa, pero incapaz de malicia. Fuiste aventurera; nunca tuviste miedo de probar o de Aprender algo nuevo. Fuiste amante de la diversión, interesante, amable, 
Traviesa, divertida e infernalmente inteligente.
 
Habrías sido una de las primeras adoptadoras de toda la  

Tecnología moderna, si hubieras tenido una vida más larga,  
Y te hubiera encantado jugar-y trabajar con
Todos mis juguetes electrónicos.  


Habrías sido un terror con un procesador de textos, con el correo electrónico  
Y con las redes sociales y una gran campeona con mis juegos de video.  
Me habrías ganando en todos ellos. Éramos grandes amigos tú y yo,  
Y compañeros de juego a lo largo de la mayor parte de mi infancia.

Nos seguiste a nosotros aquí en breve después de que emigramos en 1968, dejando
Atrás a 20 nietos. Nunca entendí a plenitud la profundidad de ese sacrificio,
O el amor que lo hizo soportable para ti. Lo comprendo ahora. Demasiado tarde.
Es uno de los grandes pesares de mi vida.

Jugamos juegos de mesa, a vaqueros e indios, carreras de coches eléctricos,
 volteamos tarjetas de Béisbol y compartimos miles de juegos de Birisca y Tute.  Nunca se me ocurrió que tú eras el Más mínimo inusual de ninguna manera. Te amé profundamente, pero Nunca me moleste mucho Por demostrártelo. Eso también me pesa, y es también demasiado tarde.  

Después de mudarse a Buenos Aires, cuando mamá se había ganado suficiente dinero  
Para llevarte a ti y a los dos hermanos más jóvenes, el sistema de cuotas entonces  
No permitía que emigraran también tus dos hijos menores, quienes quedaron
Al buen cuidado de tu hija casada mayor en España, María, y su esposo, Fausto.

Los querías contigo. Te dirigiste directamente a Evita Perón para pedirle ayuda.
Como era de esperar, no pudiste conseguir esquivar a sus porteros. Pero no eras nada si no Persistente. Sabías que Evita salía temprano cada mañana para su oficina. Y te
Estacionaste a las 6:00 de la mañana, mediante muchos, días por su camino de salida.

Con el tiempo, Evita le hizo parar a su chofer y te señalo que te acercaras.
"Abuela, ¿por qué me hace señas a mí cada mañana cuando salgo para mi trabajo? "
Ella preguntó. Tú le explicaste acerca de tus hijos en España. Evita se apiadó y  
Te escribió un pase en su tarjeta para verte en su oficina al día siguiente.  


La fuiste a ver al día siguiente y ella te aseguró que la visa se expediría inmediatamente;  
Cuando se enteró de que hacías la vida de lavandera y de limpieza,  
Ella te ofreció una máquina de coser y entrenamiento para  
Convertirte en una costurera con la intención de promoverte una vida mejor.  

Tú se lo agradeciste, pero declinaste la oferta. "Dele la máquina de coser a otra madre Necesitada.  

Mi espalda es fuerte y mis manos me sirven bastante bien, igual que siempre  
Me sirvieron. “Evita debió haber quedado impresionada, puesto a que te pidió que la  
Visitaras una vez más cuando los niños hubiesen ya llegado a Buenos Aires.
 
Te dio otro pase y tú cumpliste tu palabra, como siempre, de volver a verla con tus niños.  

Evita te volvió a ver en su despacho brevemente y compartieron chocolate en taza y pasteles  
Tú, Evita y tus dos hijos menores—Emilio y José (Sito). No eras partidaria de la política ni del  
Peronismo, pero siempre defendiste a Evita mediante tu larga vida.

Te fuiste demasiado pronto. No te había dicho “te quiero” en muchos años, estando

Demasiado ocupado con mis estudios y con otras ocupaciones igualmente inútiles.
Falleciste sin poder volverte a ver. Mamá tuvo que ir a tu lado sola. La última vez que
Te había escrito te envié una foto de mi graduación de abogado.
 
Según mamá la llevabas en el bolsillo antes de que te diera el ictus cerebral del cual
No hubo recuperación. Como siempre, me quisiste con todas mis faltas que me hacen
Indigno de tu cariño. Yo presentí el momento de tu muerte. Desperté de un profundo
Sueño desperté y vi un pájaro blanco parado encima de mi escritorio al pie de mi cama.
 
Ese pájaro de tamaño humano extendió unas enormes alas y voló hacia mí,  
Traspasándome y dejándome en un fuerte escalofrió. Supe en ese momento que  
Habías muerto. Lloré y recé por ti. Mamá llamo por la mañana  
Para confirmar la triste noticia.  
 
Mamá también me comunicó muchos años después que habías estado en una
Coma por un tiempo pero que habías despertado y que, sin conocerla, le
Habías dicho que viajabas a Nueva York para ver a tu nieto. Luego te dormiste
Por última vez, según mamá.  Te echo de menos todos los días.
 

[Transated by the author from Of Pain and Ecstasy: Collected Poems (C) 2011, 2017 Victor D. López (Amazon Kindle and CreateSpace)




[1] This is an excerpt from my longest poem, “Unsung Heroes” from my book Of Pain and Ecstacy: Collected Poems © 2011, 2014. The translation into Spanish is my own. [Este es un extracto de mi poema más largo, "Unsung Heroes" de mi libro Of Pain and Ecstasy: Collected Poems © 2011, 2014. La traducción al español es rápida e imperfecta, pero también en mía.]


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